Mamas Latinas

Ámate, mujer

Luchadora incansable, madre abnegada, amiga fiel, hija agradecida, mujer inquebrantable. Te curas las heridas con tus propias lágrimas y te levantas como si nada. Sueñas despierta, te dejas conquistar por el atardecer, por el olor a tierra mojada, por el sonido de la lluvia… Conoces de cerca el insomnio porque dormirte cuando alguien te necesita no es una opción. Tu sonrisa ilumina el lugar donde pisas, tus palabras calman, tus abrazos sanan, tus besos reviven.
Me siento orgullosa de ser mujer y madre de una niña; orgullosa de tener la mejor madre y una abuela encantadora; orgullosa de las mujeres que día a día me enseñan lo fuertes, resilientes y valientes que son; orgullosa de haber compartido con ustedes todo lo que he aprendido en mi camino por la maternidad. Derribar el mito de la maternidad perfecta nos quita un gran peso de encima, nos permite fluir y entender que cada día traerá su afán, por lo que solo nos queda hacer lo mejor que podemos con lo que tenemos. Gracias por haberme leído a lo largo de tantas entregas. Si logré llegar al corazón de una sola mujer, mi labor rindió sus frutos.
Ámate, mujer. Vive, sonríe, disfruta cada instante, no te exijas de más. Lo estás haciendo más que bien, eres la madre que tu bebé necesita y el ser al que más ama. Agradece haber nacido y mejorar el universo con tu sola presencia. Perdónate y ya deja de castigarte. Eres y siempre serás imperfectamente perfecta.
¡Hasta siempre, mamás latinas!

@mujeresymadresempoderadas

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