Tercera Edad

LLega el verano y con él debemos tener cuidados especiales con los adultos mayores

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Ellos corren riesgo debido que tienen una sensación reducida del calor por eso es necesario que se
multipliquen las advertencias y las recomendaciones para refugiarse de las altas temperaturas.


Intervienen varios factores como lo que mencionamos antes, a las disfunciones de su sistema
termorregulador que les confiere una menor percepción de los cambios de temperatura, reaccionan más tardíamente ante ellos y su respuesta.

Presentan un riesgo añadido de deshidratación, no son conscientes de que están perdiendo líquidos por la sudoración y por evaporación; tienen una menor percepción de la sensación de sed, apareciendo ésta de forma tardía y presentan una menor capacidad para ingerir líquidos.

Otro factor es la presencia de enfermedades, “especialmente cuando confluyen varias asociadas (pluripatología) y la consiguiente toma de varios medicamentos para el control de estas (polimedicación)”.

¿Qué le suele preceder a ese golpe de calor? La persona empieza a tener cierto grado de somnolencia, dolor de cabeza, hipertermia, piel caliente y enrojecida, náuseas, disminución de su nivel sensorial y del nivel de conciencia, confusión, convulsiones e incluso llegar al coma.

Recomendaciones para evitar esta situación

1- Beber abundantemente, ocho vasos de agua al día (2 litros): El 80 por ciento debería ser agua y el 20 por ciento restante, si se quiere, a base de infusiones, café, leche, jugo, o por los propios alimentos.

2- Cambiar la dieta: llevando una más ligera, en cuanto a facilidad de digestión, pero con sus calorías necesarias para que cumpla los requerimientos energéticos. Debemos aumentar el consumo de alimentos ricos en líquidos, como las frutas (sandía, melón, fresa), tomar yogures (80 por ciento agua), caldos, cremas frías, ensaladas, etc

3- Ante situaciones de diarrea o vómitos: tomar medio litro de líquido más para contrarrestar la pérdida de líquidos y electrolitos y evitar la deshidratación.


4- Evitar consumo de alcohol porque es engañoso, ya que inhibe el centro termorregulador del organismo, alterando la respuesta al calor y favoreciendo la deshidratación.


5- Evitar bebidas gaseosas: favorecen la proliferación de gases en los ancianos y la dispepsia, una situación muy incómoda para ellos.


6- Se debe usar un vestido y calzado adecuado a la temporada que sea transpirable. Cubrirse y proteger la cabeza, con un sombrero, gorra, pamela o sombrilla.

No salir en las horas centrales del día, que es cuando más calor hace y si es necesario, protegerse para que no incida el sol directamente sobre el cuerpo.

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