Coaching

La productividad y el valor personal

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La sociedad occidental promueve la creencia que “el valor de una persona está asociado a su nivel de productividad”. Es decir que en la medida que hagamos (más) seremos buenas personas y seremos finalmente aceptados y amados.


Hacer pausas, descansar, bajar el ritmo del hacer, decir no, despiertan culpa y vergüenza. Hemos asumido que podemos y además debemos poder con todo, formando un imaginario de “superhombres y supermujeres”. Y cada día reforzamos este imaginario a través de las redes sociales, donde divulgamos y proyectamos nuestra mejor versión y así mismo vemos la mejor versión de gran cantidad de personas, invitándonos a la comparación y a la frustración por no hacer tanto como los otros, una de las raíces de la sensación de insuficiencia y falta de merecimiento de amor.


Con esta creencia le exigimos constantemente el máximo potencial al cuerpo, a la mente, al ser, nos llevamos al límite. Vivimos sumidos en un automático donde nos desconectamos de nuestras necesidades intrínsecas y paramos de escucharnos, usualmente, hasta que tenemos un momento de quiebre: sensación de desesperanza, desmotivación, apatía, enfermedad física, mental, separaciones, etc.


¿Qué podemos hacer para no llegar a ese punto? El primer paso es reconocer la presencia de la creencia en nuestra forma de ver la vida, y reemplazarla por una nueva creencia que nos resuene y nos brinde bienestar (Ej: Soy valiosa/o por existir, soy valiosa/o por mi esencia, etc.). También es importante tomar consciencia de nuestras emociones, sabernos responder ¿cómo me estoy sintiendo? Y si bien no podemos controlar lo que sentimos en el momento, si podemos gestionar nuestra respuesta a esa emoción. Eso lo podemos hacer al identificar los comportamientos que tenemos impulsados por esa creencia y esa emoción, e incorporar paulatinamente nuevos comportamientos alineados al bienestar (Ej: horas de sueño, momentos de descanso, etc.).


Este es un proceso de transformación no lineal que requiere consciencia, compasión, paciencia, tolerancia, un poco de humor no está de más. y sobre todo confianza en que lo lograremos.

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