¿Crece ilusión de Colombia? Antecedente de expulsión de Mundial por discriminación
La posibilidad de que Irán sea expulsado del Mundial de Catar 2022 tuvo mucho ruido en Colombia y todo por cuenta de una remota esperanza para que la ‘tricolor’ clasifique, desde el escritorio, a la gran cita orbital del fútbol.
En su último partido de eliminatorias, el combinado iraní ganó 2-1 al Líbano, pero la federación de dicho país decidió prohibir el ingreso de espectadores mujeres al estadio, lo que ha sido considerado como un claro acto de discriminación.
Varios ONG y otras organizaciones se han manifestado respecto a la situación y le han solicitado formalmente a FIFA la expulsión inmediata de Irán del Catar 2022, en razón al reglamento de la entidad, en el que hace explícitas las duras consecuencias en casos de discriminación como este.
El artículo 58 del Código Disciplinario de la FIFA habla, en su apartado 1, que «el que mediante actos o palabras humille, discrimine o ultraje a una persona o a un grupo de personas en razón de su raza, color de piel, idioma, credo u origen de forma que atente contra la dignidad humana será suspendido por un mínimo de cinco partidos».
Además, añade que si las personas son oficiales o jugadores de la asociación (en este caso la de Irán), incurren en las sanciones anteriormente descritas o si cometen otras más graves, podrían ser sancionados con la pérdida de puntos o con ser expulsados de una competición.
Así las cosas, pareciera difícil que FIFA tome la decisión de expulsar a Irán ya que no hay una sanción previa por esta razón, pero llegado el caso de ocurrir, la primera selección en tomar la vacante en Catar según el ranking mundial, sería Italia, seguida de Colombia, que por las relaciones de Ramón Jesurún en la entidad rectora del balompié orbital, salió el rumor de que podría contar con chances de ocupar la plaza del cuadro asiático.
Sudáfrica, el país expulsado de un Mundial por discriminación
No obstante, hay un antecedente en cuanto a un caso de discriminación de hace varios años que enciende una pequeña luz de esperanza a la ‘azzurra’ y la ‘tricolor’ con el fin de disputar la Copa del Mundo a finales de este año.
De 1948 a 1992, en Sudáfrica reinó el apartheid, un sistema de segregación racial en el que se le apartaban a las personas negras de las personas blancas. Habían sitios en la que los negros no podían concurrir con normalidad, además de tampoco tener participación en el derecho al voto o la oportunidad de casarse.
Con el objetivo de poner punto final al apartheid, varias entidades pusieron presión sobre el país africano, como fue el caso de la FIFA, que en 1963 decidió desafiliar a la Selección de fútbol de Sudáfrica, lo que le impidió participar del Mundial de 1966 en Inglaterra y luego de disputar las eliminatorias rumbo a México 1970.
Los ‘bafana bafana’ intentaron evitar la medida con la propuesta de crear un equipo solo de blancos para 1966 y otra de solo negros para 1970, pero la entidad las rechazó rotundamente.
Con el fin del apartheid en 1992, Sudáfrica volvió a ser readmitida en la FIFA y desde entonces ha participado en los Mundiales de Francia 1998, Corea y Japón 2002 y del que fue el país anfitrión en 2010.
