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Quiero compartir con ustedes esta columna de opinión de uno de nuestros periodistas de PERFECTA RADIO RADIO-TV.
Desde mi óptica un impecable análisis. Aquí la tienen:
A veces, para condimentar un partido de fútbol no es necesaria una rivalidad milenaria. Bastan los ingredientes adecuados para que la subtrama del encuentro sea tan llamativa como el resultado final. Una vez más, se disputó el proclamado Clásico Europeo Moderno ” entre dos potencias del fútbol mundial: el Real Madrid y el Manchester City.
Ambas instituciones, acostumbradas a ganarlo todo, lidian con una temporada irregular. Los ingleses, siempre con un plan en mente y conscientes de esta situación, quisieron propinar un golpe crítico al ego de su rival, especialmente hacia su estrella: Vinícius Junior.
Sin embargo, el Manchester City cayó bajo el peso de su propia soberbia. Antes y durante el partido, el conjunto inglés bombardeó sin cesar a Vinícius con propagandas de Rodri, actual ganador del Balón de Oro, un galardón que el brasileño rozó la temporada pasada. Los Citizens creyeron que un mural y un tifo que rezaba: Deja de llorar con todo tu corazón ”, serían suficientes para amilanar al astro brasileño. Para su mala suerte, aquellas provocaciones solo encendieron el ego competitivo de Vinícius.
Los ingleses estuvieron dos veces arriba en el marcador, pero en los minutos finales se dejaron remontar y deberán afrontar la vuelta con un 2 2-3 en contra. Vinícius desplegó todo su talento y fue elegido MVP ante la mirada atónita de millones de aficionados Citizens. Rodri, lesionado hasta final de temporada, miró impotente desde las gradas como su equipo cayó por el peso de su soberbia. La vuelta se jugará en el Santiago Bernabéu, un estadio cuya hinchada glorifica a Vinícius. El odio con el que trataron a su ídolo se les devolverá triplicado en la caldera merengue.
Si, el Real Madrid también pecará de soberbio en muchas ocasiones, pero al final del día, todo el mundo sabe una cosa: la Champions es del Real Madrid, y el Real Madrid es de la Champions. Yo le agregaría otra cosa: no hay nadie más madridista que Vinícius. El Manchester City nunca olvidará estas lecciones de soberbia y grandeza. Jahir Temple
Un fuerte abrazo y la satisfacción de haberles hecho llegar
este valioso trabajo periodístico.