¿Eres comediante o aspiras a ser uno? y ¿Tienes miedo escénico? ¡Felicidades! Eso significa que eres humano y no un robot enviado del futuro para destruir nuestras inseguridades. Pero no te preocupes, perder el miedo escénico es posible… o al menos puedes aprender a que no se te note tanto, hasta que lo controles o casi desaparezca.
Primero,
acepta que vas a sudar. Sí, hasta por lugares que no sabías que tenían glándulas sudoríparas. Pero sudar no mata a nadie (excepto en las películas de acción), así que respira profundo y finge que es parte del espectáculo.
Segundo,
ensaya tanto que tu discurso te lo sepas de memoria hasta tu perro. Si no tienes perro, busca uno. Los perros no juzgan. A lo sumo bostezan, ladran o te orinan.
Tercero,
imagina al público en ropa interior o desnudos. Aunque… cuidado con eso. Si tu imaginación es demasiado vívida, podrías terminar riéndote solo y ahí sí todos pensarán que necesitas ayuda profesional o que te estas riendo de tus propios chistes, incluso si los estas probando por primera vez y no resultan cómicos para el público.
Cuarto,
usa el «truco del vaso de agua». Llévalo contigo al escenario, da un sorbo dramático como si fueras un político importante, y aprovecha esos tres segundos para recordar qué venía después del «buenas noches».
Quinto,
escribe sobre ti y tus anécdotas, sobre las experiencias graciosas que has vivido o que alguien te conto y créetelas, hazlas tuyas, habla como si todos fueran tus amigos de toda la vida.
Sexto,
mira a otros comediantes profesionales en vivo y mira sus técnicas, poses, movimientos, como sostienen el micrófono y hasta como se mueven cuando cuentan su
historia.
Y, por último, si todo falla aprieta el micrófono contra tu mentón y haz chistes sobre tu propio nerviosismo.
Nada desarma al miedo como reírte de ti mismo: «Hola, estoy tan nervioso que mi voz suena como la de mi mama mientras me pegaba con la correa. -I MI TA LA separando cada silaba con cada correazo, por ejemplo:
¡POR QUE ES TAS
TAN NER VI OSO PARECES PE REN PEN GUA YA BA! (EXPRESION MUY VENEZOLANA)
sustituye con una tuya; exactamente como cuando eras chico. Y continua … pero voy a intentarlo igual.»
Recuerda: nadie espera que seas perfecto. Solo esperan que no te desmayes. Y si te desmayas … ¡hazlo con estilo!
¡Porque al final nadie sabe lo que tu ibas a decir ni de que va tu espectáculo!
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