Se está desarrollando en este mes de octubre la gira asiática en el tenis con lo que prácticamente, después de haber concluido los 4 torneos grandes y a falta del Máster 1000 de Paris y las finales ATP como los eventos más importantes se estaría cerrando el año en el circuito tenístico. Y con ello a menudo surgen las mismas preguntas.
Exceptuando los 2 o 3 mejores jugadores que cada año destacan tanto del resto, en gran medida por su juego, pero también en los números, a veces surge la interrogante de ¿Qué es tener un buen año en el circuito tenístico?
Mejorar fases específicas del juego, llegar a las rondas finales de los torneos de más envergadura, ganar los de menos importancia o simplemente puede considerarse una buena temporada mantenerse en el Top 10 del Ranking ATP, así no se haya conseguido ninguno de los anteriores.
Para sacar algunas conclusiones, a estos puntos mencionados le podemos poner nombres propios. Empezando por lo mejor, lo más destacado del mundo. Estarían Alcaraz, Sinner y Nole. Los dos primeros en esencia porque han disputado entre ellos los juegos más emocionantes que hoy en día se puede ver en el tenis. (5 partidos entre ambos en lo que va del año). Además de acompañar ese nivel en números han sido los unicos en ganar al menos un torneo ATP 500, Máster 1000 y Grand Slam en el año. Al serbio se le incluye en este diminuto grupo ya que este año llega al pináculo de su carrera ganando las olimpiadas en Paris, creo que merece la inserción.
Luego tenemos mucha irregularidad en general. Por ejemplo, son 10 torneos de ATP 500 jugados, solo el joven francés Arthur Fils repitió, los demás, son ocho campeones distintos. Y en los Máster 1000 que son siete los que se han jugado al momento, pasa algo similar. Solo el número uno del mundo logro repetir, obteniendo Miami y Toronto, los demás todos, son coronas en cabezas diferentes.
Y, por último, incluso haciendo más palpable lo raro del circuito, observamos que del top 10 del Ranking actualmente tenemos que cuatro jugadores no han ganado ni un solo torneo importante en lo que va del año. (Medvedev, Fritz, Hurkcaz y Dimitrov.) y se han mantenido ahí, mayormente por llegar a rondas finales, aunque sea en dos de los cuatro Grand Slams disputados o ser finalista de algún Máster 1000.
Como en todo, termina dependiendo del cristal con el que se mire. Un circuito un poco irregular en el que no se afianzan mayor cantidad de jugadores o una competencia feroz en la que solo la excelencia está al alcance de dos o tres entes incomparables.