Hace un año el Barcelona le ganaba 3 – 1 la Supercopa de España 2023 al Real Madrid y con ello generaba toda una montaña de ilusión a la comunidad “cule”. Se decía que ese título era el cimiento de todo lo que estaba construyendo el equipo azulgrana de la mano de su gran timonel Xavi Hernández.
364 días después de aquel 15 de enero de 2023 ha quedado de manifiesto que todo eso que se vislumbraba en cimientos era una casa sin paredes. Se veía más con ojos de ilusión que de realidad. Y ese gran marinero que guiaba ese barco hoy seguramente está más cerca del naufragio que de la orilla. Nos referimos, sin duda, al técnico español.
De hecho, sin que ninguno de los dos equipos hayan hecho algo remarcable a nivel europeo, desde ese momento al día de hoy el Real Madrid ha ganado 3 títulos (Mundial de Clubes 2023, Copa del Rey 2023 y está Supercopa 2024), por 1 del Barca, que se sigue aferrando a esa liga pasada que ganaron anotando menos goles que el 2do y 3er lugar.
El Real Madrid desde la medianía de aquel mes de enero de 2023 hasta el día de esta victoria 4 – 1 sobre su acérrimo rival en la Supercopa 2024, ha jugado 61 partidos con un 76% de victorias. Recibiendo menos de 1 gol por partido y anotando 2.3 en promedio. Mientras que los de la ciudad condal disputando 54 partidos en ese lapso cuentan con apenas un 63% de victorias, con más de 1 gol recibido por partido y sin llegar a los 2 goles anotados de media por encuentro.
El conjunto merengue solo ha perdido 1 partido de los 28 contendidos en lo que va de esta temporada 2023-2024. Y lo ha hecho sin sus defensas centrales titulares y sin el mejor portero del mundo, todos lesionados. Además, sin la adquisición de un delantero de nivel en el mercado, por nuevamente estar esperando a Mbappe. Y finalmente, con el técnico italiano Carleto Ancellotti, siendo lo menos italiano posible desde que llego al estadio de la Castellana.
Inventándose formaciones, con un trabajo táctico muy reconocible en el campo y con jugadores totalmente convencidos de la camiseta que portan.
Por todas estas razones es que hoy en día se palpa una diferencia sideral entre los dos máximos rivales de la madre patria. Y seguramente los resultados a final de la temporada dependerán en un porcentaje mayúsculo de lo que quiera o no hacer el equipo blanco. Mientras que al Barcelona le tocara seguir buscando los pilotes que esta vez sí sujeten a todo el edificio.