Tensión, protestas, bloqueos, pruebas del fraude y el dictador Maduro, aún en el poder,
días muy difíciles para el pueblo venezolano.
Los ciudadanos venezolanos, que han aguantado las artimañas del régimen y los
atropellos, decidieron salir a las calles para manifestarse y mostrar su inconformismo.
Miles de personas se movilizaron, lo que desató un fuerte enfrentamiento contra
uniformados de la Fuerza Pública, quienes están al servicio de la dictadura.
A través de redes sociales se han viralizado videos de cómo las autoridades reprimen
con violencia a los manifestantes, quienes resisten pese a estar en desventaja, pero
unidos en busca de la libertad y la democracia.
Algunos venezolanos decidieron tumbar estatuas del dirigente venezolano que falleció
en el 2013. Incluso, decapitaron la figura y arrastraron, con ayuda de una moto, la
cabeza por las calles.
Las llamas también han tomado protagonismo en las cuadras, donde los habitantes
incendiaron algunos objetos para evitar el paso de vehículos y mostrar, además, su
rechazo por el robo de los comicios.
Mientras en las calles se vive una gran tensión y se registran protestas, la oposición
sigue intentando llamar la atención de la comunidad internacional y permanece en la
lucha por demostrar que se trató de uno de los peores fraudes en la historia.
Maria Corina Machado, la líder opositora sostuvo que tiene el 73 % de las actas de las
elecciones celebradas el domingo, documentos que dejarían en evidencia la jugada del
oficialismo para seguir en el poder otros seis años, esta lucha es para tener una
Venezuela de la que nos sintamos orgullosos y podamos traer a nuestros hijos a casa,
dijo la líder.
Para que una elección sea democrática, no sólo tienen que ser públicos los resultados,
sino que tienen que ser verificables.
Venezuela no tiene un sistema de partido único institucionalizado como el soviético, el
chino o el cubano. Pero tampoco es una democracia liberal pluralista y republicana por
todas las cosas que sabemos.
Hasta ahora, esos datos no están. Los resultados no son verificables porque no
tenemos acceso a los datos desagregados que son los que les permitirían a los
testigos de mesa de la oposición cotejar si en la mesa X, en la escuela X, se dio el
mismo resultado que está difundiendo el CNE.
Por ese motivo, las sospechas de fraude son fundadas. Yo no diría ni que hubo fraude,
ni que los resultados que anunciaron son ciertos, no se puede afirmar ninguna de las
dos opciones hasta no tener los datos.
La desconfianza en el sistema electoral no solía estar en el escrutinio sino en lo que
pasaba antes y después de la elección. En esta ocasión, las principales sospechas de
la oposición se centraron en el recuento.
Hasta ahora, el chavismo había cometido muchísimas irregularidades, pero nunca se
había robado una elección nacional en el escrutinio.
La comunidad internacional se mantiene al pendiente de cómo avanza la situación y
han sentado su voz de protesta por el fraude cometido. Diferentes países como
Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay han
anunciado que no reconocerán a Maduro como presidente reelecto de Venezuela.
Mientras países como Brasil, México y Colombia esperan una «auditoría de carácter
independiente», la Cancillería venezolana denunció este lunes «declaraciones y
acciones injerencistas» por parte de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá,
República Dominicana y Uruguay y exigió el «retiro de manera inmediata» de su
personal diplomático.
También ordenó el retorno de los representantes venezolanos en esos siete países de
América Latina.
Sin embargo la capacidad de incidencia de la comunidad internacional hoy es limitada ,
Brasil y de Estados Unidos dentro de la situación interna de Venezuela.
Si no pudieron con Maduro en 2017, con las sanciones de Trump, con el Grupo de
Lima, con el aislamiento internacional casi total al que estaba sometido Venezuela, hoy
que Venezuela recuperó la producción petrolera, que ya armó, reformó su sistema de
alianzas con China, Rusia, Turquía, Irán, Cuba, no creo que pase gran cosa.
No es que le va a resultar gratis, pero no veo el alcance de la presión internacional para
torcer el proceso venezolano, si es que no hay voluntad por parte de Maduro de hacer
otra cosa.