Celebrar el Día de Reyes es una tradición que comparten muchos países europeos y
latinoamericanos. La llegada de los tres monarcas a Belén, con su oro, incienso y mirra
para el Niño Jesús, es recordada cada seis de enero.
Se destaca el simbolismo de estas figuras en las diferentes etapas de la vida: “Melchor
es anciano, Gaspar es adulto y Baltasar es joven, lo que significa que cualquier edad
es buena para reconocer a Jesús como el Mesías”.
La tradición de los Reyes Magos tiene sus raíces en el cristianismo, siendo la Epifanía
el momento en que los sabios del Oriente, guiados por una estrella, llegaron a
presentar sus regalos al recién nacido. Sin embargo, el Día de Reyes ha trascendido lo
religioso, convirtiéndose en un evento de gran importancia cultural que se celebra en
muchos países, te compartimos algunas peculiaridades.
España: Se celebran las famosas Cabalgatas de Reyes, desfiles llenos de color,
música y magia, donde los Reyes Magos recorren las calles lanzando caramelos y
regalos a los niños. Al día siguiente, las familias disfrutan del Roscón de Reyes, un pan
dulce decorado con frutas.
México: Las familias escriben cartas con los deseos de los niños y las colocan en sus
zapatos. Al día siguiente, los niños despiertan emocionados al encontrar regalos
dejados por los Reyes. También se disfruta la Rosca de Reyes, que tiene la
peculiaridad de tener dentro un muñeco platico y la persona que le toca la porción que
tienen el muñeco deberá organizar una tamalada el día dos de febrero Dia de la
Candelaria.
Puerto Rico: La celebración tiene un carácter muy religioso, con cantos de rosarios en
honor a los Reyes Magos. Además, se realizan parrandas y se les «mandan promesas»
a los Reyes.
Brasil: Se celebra la Folia de los Reyes Magos, donde grupos de hombres visitan casas
cantando versos sobre los viajes de los Reyes. En Bahía, hay desfiles con grupos
uniformados y acompañados de instrumentos.
Italia: Se celebra la llegada de La Befana, una anciana que trae regalos a los niños. Es
una figura similar a los Reyes Magos, pero con su propia historia y tradiciones, una
bruja que viaja sobre una escoba y que durante la noche del 5 y el 6 de enero lleva los
regalos a los hogares. Dulces para los buenos y carbón para los que se han portado
mal. En muchos casos, también se le deja algo a la Befana, como dulces o un chupito
de licor.
La explicación de por qué una bruja podría encontrarse en las sociedades
prehistóricas, donde las mujeres mayores tenían la experiencia y enseñaban la
sabiduría y a cómo cuidar el ganado o cultivar la tierra. Por eso es ella la que trae
regalos.
Polonia: Se realizan desfiles y cánticos religiosos en honor a los Reyes Magos.
Venezuela: Se celebran fiestas y tradiciones locales, incluyendo desfiles y actividades
comunitarias.
Bolivia, aunque en varios lugares se realizan misas en honor al Día de Reyes, en
Bolivia las personas llevan sus pesebres a la misa para que sean bendecidos antes de
guardarlos en casa para el próximo año. También es costumbre que quienes quieran
cambiar su nacimiento o tengan figuras ya defectuosas, las dejen en la puerta de la
iglesia. Así, personas con menos recursos puedan tener un nacimiento.
En Alemania, los alemanes festejan esta fiesta de modo particular. Tres niños
disfrazados de Reyes cantan villancicos en la puesta de las casas y, posteriormente
esperan que los habitantes les den algún donativo, destinado a causas benéficas.
El día de Reyes, además, es cuando se come la casita de jengibre, que se elabora
antes de Navidad y que decora las casas germanas durante toda la temporada. La
receta de la galleta permite que estas perduren perfectamente hasta el 6 de enero.
Más allá de los regalos y las tradiciones, el Día de los Reyes Magos invita a reflexionar
sobre el acto de dar y la universalidad del mensaje de Jesús. Los regalos de los magos
no solo eran ofrendas materiales, sino símbolos de la divinidad y humanidad de Cristo.
Aunque las figuras de los Reyes Magos son centrales en la tradición cristiana, su
existencia histórica es debatida. Sin embargo, su historia refleja valores de humildad, fe
y generosidad, aspectos fundamentales de la narrativa cristiana.