Las protestas en Cuba cumplen un año. Desesperados por la inestabilidad económica, sanitaria y alimentaria en la isla, los ciudadanos cubanos se conectaron a las redes móviles y organizaron manifestaciones para el 11 de julio de 2021.
Las manifestaciones tuvieron lugar en San Antonio de los Baños y se llevaron a cabo, además, en reclamo de los cortes de electricidad en medio del sofocante calor del verano, tras meses de frustración por la escasez y las restricciones relacionadas con la pandemia de covid-19, y también pedían la renuncia del presidente Miguel Díaz-Canel.
Rápidamente las protestas se extendieron por toda la isla, con los cubanos desafiando abiertamente al Gobierno comunista —que culpa de los problemas económicos de Cuba a las sanciones de Estados Unidos— de una forma que no se había visto desde el triunfo de la Revolución cubana el 1 de enero de 1959.
Las protestas marcaron un antes y un después en la historia de la isla para muchos cubanos: cientos fueron acusados por su participación en las mismas y miles que salieron de su país.
A continuación, te presentamos un resumen de lo que ha pasado en Cuba desde las manifestaciones del 11 de julio.
15N, intento de nuevas protestas
El lunes 15 de noviembre (15N), activistas cubanos buscaban marchar pidiendo derechos para el pueblo, liberación de los presos políticos, entre otras cosas. Asimismo, ellos dijeron que también son acosados por su activismo y se quejaban de ser seguidos por agentes de seguridad del Estado vestidos de civil y de recibir amenazas por parte de funcionarios del Gobierno.
Sin embargo, las fuerzas de seguridad cubanas y simpatizantes del Gobierno detuvieron los intentos de protesta con detenciones y asedio contra los manifestantes.
Detenciones por las protestas del 11 de julio
En enero de este año, seis meses después de las protestas del 11 de julio, 790 personas habían sido acusadas por su participación en las protestas, y 172 ya habían sido condenadas.
Más recientemente, en junio pasado, la Fiscalía General de Cuba anunció sanciones para 381 personas en relación con su participación en las manifestaciones.
En un comunicado, el fiscal general dijo que 381 personas fueron sancionadas por «sedición; sabotaje; robo con fuerza y violencia; atentados; desacato y desorden público». De esas 381 personas, 297 fueron condenadas a penas de prisión de entre 5 y 25 años. Las 84 personas restantes, entre las que se encuentran jóvenes de entre 16 y 18 años, fueron condenadas a penas alternativas, algunas de las cuales realizarán trabajos correccionales en lugar de pasar por la cárcel.
El fiscal añadió que los eventos del 11 de julio de 2021 «amenazaron el orden constitucional y la estabilidad de nuestro Estado socialista».
Miles se van de Cuba: cifras récord de migrantes
Tras las manifestaciones de julio de 2021, miles de cubanos decidieron dejar la isla. Esta situación ha se exacerbado en 2022, año en el que Cuba sigue enfrentando la peor escasez de alimentos y medicinas en décadas, y una inflación desmedida.
En 2021, la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés) registró a 39.303 cubanos. En lo que va de 2022, la CBP ha registrado a 140.602, más del triple del total del año pasado.
Los testimonios de los migrantes son elocuentes. Claudia, una cubana que habló con CNN, su marido y su hijo son tres de las personas que han salido de Cuba desde entonces.
Ellos lograron obtener visados para México en La Habana, el primer paso de un viaje que los puso en manos de redes criminales de tráfico de personas que son conocidas por cobrar miles de dólares a los migrantes por un paso hasta la frontera con Estados Unidos.
Claudia, que pidió a CNN que no se utilizara su nombre real por su seguridad, dijo que decidió abandonar Cuba después de que estallaran las protestas generalizadas de julio de 2021 por los cortes de electricidad, la escasez de alimentos y la falta de libertades civiles.
«Ya no podía más después del 11 de julio», dijo Claudia a CNN. «Me voy por mi hijo, por su futuro. Trabajo en un hospital (gubernamental) por US$ 50 al mes. Básicamente trabajo gratis».
¿Cómo van las relaciones Cuba-EE.UU.?
Es bien sabido que las relaciones históricas entre Cuba y Estados Unidos están marcadas por la tensión y el enfrentamiento diplomático.
Si bien en el Gobierno de Barack Obama hubo acercamientos sin precedentes con la isla, la administración de Donald Trump significó un nuevo retroceso en las relaciones entre ambos países.
En el Gobierno del presidente Joe Biden, la tónica ha sido de mayor apertura, pero con episodios que prolongan la incertidumbre.
En enero de este año, la CIA evaluó en un hallazgo provisional que era poco probable que la serie de incidentes misteriosos que enferman a funcionarios estadounidenses en todo el mundo, conocidos coloquialmente como el síndrome de La Habana, representara «una campaña mundial sostenida» por parte de Rusia o cualquier otro actor extranjero con la intención de dañar a EE.UU.
Tras esto, el viceministro de Relaciones Exteriores de la isla, Carlos Fernández de Cossío Domínguez, dijo a CNN que Estados Unidos debería restaurar las relaciones con Cuba de inmediato.
En mayo, se dio a conocer algo que quitaba peso a la tensión entre ambas naciones. El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció una serie de medidas que, según dijo, tenían como objetivo apoyar al pueblo cubano, incluido el restablecimiento del Programa de Libertad Condicional para la Reunificación Familiar Cubana (CFRP, por sus siglas en inglés), y el aumento de los servicios consulares y el procesamiento de visas.
«Facilitaremos que las familias visiten a sus parientes en Cuba y que los viajeros estadounidenses autorizados se relacionen con el pueblo cubano, asistan a reuniones y realicen investigaciones», dijo el portavoz Ned Price en un comunicado.
La administración de Biden también está levantando el límite de remesas familiares de US$ 1.000 por trimestre «y apoyará las remesas de donaciones a los empresarios cubanos, con el objetivo de empoderar aún más a las familias para que se apoyen entre sí y para que los empresarios amplíen sus negocios», dijo Price.
Por su parte, el Gobierno de Cuba calificó la relajación de las restricciones de la administración de Biden en la isla como “un paso limitado en la dirección correcta”, según un comunicado.
Pese a estos avances, recientemente en junio, Cuba arremetió contra la decisión de Estados Unidos de no invitar a su país, a Nicaragua ni a Venezuela a la Cumbre de las Américas, reunión regional que se celebró en Los Ángeles.
«No existe una sola razón que justifique la exclusión antidemocrática y arbitraria de ningún país del hemisferio para esta reunión continental», condenó un comunicado de la Cancillería. «No se puede hablar de las Américas sin incluir a todos los países del hemisferio», insistió el pronunciamiento.
Funcionarios estadounidenses afirmaron que la falta de derechos humanos y de elecciones democráticas en esos tres países latinoamericanos provocó su exclusión del evento. Cuba fue invitada a la Cumbre de las Américas por primera vez en 2015, en medio de un acercamiento con el entonces Gobierno de Barack Obama y de nuevo en 2018.