Los milenials , aquellas personas nacidas entre 1981 y 1996 son un grupo demográfico
que puede definir el resultado de los comicios presidenciales de este año en USA ya
que de cara a la elección de 2024 la generación Z, representará más de 40 millones de
potenciales votantes, entre ellos 8 millones de jóvenes que alcanzaron la edad de
votación en 2022. Los jóvenes ‘millennials’, representan casi un quinto del electorado
estadounidense y son una gran fuerza electoral este año.
El 67% de los jóvenes en Estados Unidos está cansado de ver los mismos tipos de
candidatos presidenciales y quiere otras opciones, según una encuesta nacional hecha
por Reuters. Incluso, el 58% de los votantes entre 18 y 34 años no está seguro si
saldrá a votar en las elecciones del 5 de noviembre, de acuerdo con un sondeo de
Axios.
Los millennials tienen mala reputación. Están etiquetados como narcisistas,
ensimismados y apáticos. (Solo mire sus apodos: la generación selfie, la generación
yo, los desempleados). Y son la generación con menos probabilidades de acudir a las
urnas este noviembre.
Y en eso llega el candidato a vicepresidente del Partido Republicano, JD Vance, es la
primera persona de la generación milenial en postularse en la fórmula presidencial de
un partido importante de EE. UU.
Vance, nacido en Middletown, Ohio, fue criado por sus abuelos maternos en el seno de
una familia blanca de clase trabajadora. Formó parte de los infantes de marina y sirvió
en Irak antes de ir a la Universidad Estatal de Ohio, donde se licenció en Ciencias
Políticas y Filosofía, para después pasar a la Facultad de Derecho de Yale y terminar
siendo inversor en capital de riesgo.
Bautizado como católico en 2019, el candidato a la vicepresidencia de EE.UU. está en
contra del derecho al aborto, si bien respalda la opinión de Trump de que el asunto
debería dejarse en manos de cada estado.
En 2016, escribió un exitoso libro de memorias y ensayos, Hillbilly Elegy, donde narra
su propia vida y crianza en una familia de clase trabajadora en el Rust Belt (cinturón
industrial) de Estados Unidos. Una vez que Vance se unió a la carrera por el Senado,
en 2022, se disculpó con Trump a quien en su momento comparo con Hitler y cambió
de posición, consiguiendo el respaldo del expresidente para el Congreso.
En el Senado ha sido un voto conservador confiable para el expresidente. Respaldó
políticas económicas populistas y ganó peso como uno de los mayores escépticos del
Congreso respecto de la ayuda a Ucrania.
Vance se ha convertido en un actor cada vez más importante en el mundo de la política
del Make America Great Again (el lema de campaña de Trump y el movimiento que lo
sigue) y se ha sumado casi por completo a la agenda del expresidente.
El expresidente dijo cuando anunció su decisión de compartir fórmula con Vance, que
este se enfocaría en las personas por las que luchó tan brillantemente, los trabajadores
y agricultores estadounidenses en Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Ohio, Minesota y
más.
Con sólo 39 años, Vance ofrecerá juventud entre los candidatos que encabezan ambas
listas presidenciales, situándose a la cabeza de una nueva generación de republicanos.
¿Qué esperar de Vance?, ¿lograra atraer a los millenials?
Los temas más sensibles ahora para ellos son el apoyo incondicional de Washington a
la campaña militar de Israel en Gaza, cuestionada como «genocida» por varios países,
los derechos reproductivos de la mujer, la deuda estudiantil y la inflación.
Los millennials han crecido con diversidad y lo celebran, tienden a ser la generación
socialmente más tolerante de Estados Unidos. En el frente personal, los millennials son
los que esperan más tiempo que cualquiera de las generaciones adultas para casarse y
tener su propia casa, carecen de fe en el sistema bipartidista tradicional, razón por la
cual tantos son independientes. es por ello por lo que se les hace más difícil
correlacionarse con las líneas partidarias
A muchos jóvenes estadounidenses les importa la política y los problemas sociales solo
que lo muestren de manera diferente a sus padres y si bien los millennials tienen el
potencial de influir en las próximas elecciones, incluso en el destino de los partidos
políticos, la pregunta es, ¿lo harán?