Si se les antoja probar pastelería italiana tradicional, una parada obligada en Miami sería Mamma Leone Bakery, atendida por sus propios dueños, Giampiero y Benedetta.
Giampiero es un empresario romano, de porte elegante y mirada nostálgica. Su esposa, Benedetta, es una chef pastelera nacida en Carrara, conocida entre sus amigos como la mente maestra detrás de cada proyecto que emprenden.
Juntos dirigieron un restaurante en Italia que se convirtió en referencia gastronómica hasta que, tras venderlo, empacaron sueños y recetas para empezar una nueva vida en Miami con su proyecto estrella: Mamma Leone.
Formada en Italia, Francia e Inglaterra, Benedetta combina disciplina y arte; amasa y hornea con su equipo desde las dos de la madrugada hasta que el sol comienza a teñir el horizonte.
Entre sus dulces insignes están:
- un postre sedoso de chocolate y ricotta sin harina, perfumado con ralladura de cítricos,
- crujiente costra de masa rellena de pistacho, que se deshace con elegancia en cada bocado,
- el cannolo rocotta, esa clásica delicia siciliana rellena de ricotta dulce, herencia viva de la tradición italiana,
- y el inconfundible aroma del pan de masa madre recién horneado, tibio, con esa acidez sutil que acaricia el paladar.
Sin embargo, Giampiero confiesa que su romance con Miami ya no es como en los años noventa, cuando la ciudad le parecía un paraíso. Considera que el caos ha aumentado considerablemente. Es por eso que hoy en día encuentra su refugio en la terraza de su casa, desayunando frente al mar mientras Benedetta transforma cualquier ingrediente olvidado en la nevera en un plato digno de aplausos.
A veces, Benedetta suspira por sus nietos que quedaron lejos. Giampiero, en cambio, sueña con retirarse en una playa de Hallandale, donde el ritmo de las olas marque sus días.
Ahora, ambos planean abrir un nuevo local en Fort Lauderdale, y quizá otro en Edgewater, donde las calles invitan a caminar, a perderse entre cafeterías, tiendas y, por supuesto, pasar por su panadería.
Cuando le preguntan por la mejor cocina italiana en la ciudad, responde sin titubeos: “Cecconi’s y Sappori di Mare”. La razón es simple: allí los ingredientes son cien por ciento italianos, y eso, dice, se nota desde el primer aroma en la cocina.
Con su panadería Mamma Leone, ellos buscan recrear la atmósfera de su Italia natal: un lugar donde los vecinos se saludan por su nombre, el café humea sobre la mesa y el pan recién hecho es la excusa perfecta para quedarse un rato más.