David Beckham ha tratado de de construir un estadio para la franquicia de la Major League Soccer de Miami durante años y trabajó con varias administraciones en el Ayuntamiento; ahora dos de esos ex administradores dicen que los términos financieros del acuerdo deben mejorar antes que tenga sentido para los contribuyentes de Miami. Emilio González, administrador municipal entre 2018 y 2020, ayudó a desarrollar y promover la propuesta de reemplazar el campo de golf Melreese, propiedad de la ciudad, con un complejo comercial que incluye un estadio de fútbol para el Inter Miami. Pero ahora señala un mercado inmobiliario y una economía transformada al decir que los términos financieros de la propuesta necesitan cambiar. Las críticas al acuerdo, incluidas las de la comisionada estatal de Agricultura Nikki Fried, ocurre antes de una reunión de la Comisión de Miami el jueves para discutir la propuesta. En 2018, los electores autorizaron a l gobierno municipal a negociar un acuerdo sin licitación con Beckham y sus socios, pero el acuerdo definitivo requiere la aprobación de cuatro de los cinco comisionados. González dijo al Miami Herald que el alquiler mínimo del contrato a 99 años debe aumentarse una vez que se complete una nueva tasación del terreno ordenada por la ciudad. “El administrador ordenó una nueva tasación y eso va a hacer subir las cifras”, dijo González. “Dado nuestro mercado inmobiliario, la expectativa es que esas cifras van a cambiar considerablemente en beneficio de los contribuyentes de Miami. No se puede pasar de 2018 a 2022 sin cambios”.
El actual administrador, Art Noriega, dijo el lunes que no se espera que la nueva tasación está lista antes de la reunión de la Comisión del jueves para discutir el Miami Freedom Park. Los comisionados sugirieron que no es probable una votación, aunque se espera que se discutan los términos del acuerdo. Según la propuesta actual, los propietarios de Inter Miami, Jorge y José Mas, alquilarían 73 acres de la propiedad de Melreese durante 99 años con un alquiler mínimo de $3.57 millones o el 5% de los ingresos brutos de la operación, lo que sea mayor. Los aumentos del alquiler tendrían un tope de 4% anual. La propuesta de reurbanización de $1,000 millones sustituiría el campo de golf por un centro comercial, espacio de oficinas, un hotel, un estadio con 25,000 asientos, una estructura de estacionamiento con canchas de juego en la azotea y un parque de 58 acres. González, quien fue el primer administrador de la ciudad del alcalde Francis Suárez, trabajó con el alcalde para promover el plan Miami Freedom Park cuando se presentó por primera vez en 2018. González dijo en una entrevista en ese momento que esperaba que el beneficio monetario para la ciudad “aumentara sustancialmente” para cuando se finalizara el acuerdo. El martes, enfatizó que quiere ver que se construya el Miami Freedom Park, pero bajo mejores términos. “Soy un gran fan del estadio, pero está claro que los números deben tener una valoración diferente”, dijo.
Suárez declinó hacer comentarios. Daniel Alfonso, el predecesor de González como administrador de la ciudad, había discutido los posibles sitios del estadio con versiones anteriores del grupo de propietarios de Beckham. Los planes para construir un estadio en el downtown de Miami y junto al estadio de los Marlins se desecharon durante el mandato de Alfonso. En el verano de 2014, Alfonso y el entonces alcalde Tomás Regalado rechazaron una oferta del grupo de Beckham de pagar $2 millones anuales de alquiler para construir un estadio en el paseo marítimo del downtown, en lo que ahora es el Maurice A. Ferré Park. Esta semana, Alfonso calificó el actual plan de “una parodia”. “La ubicación es absolutamente central para Miami-Dade”, dijo Alfonso al Herald. “Que alguien vaya a pagarle un par de millones de dólares al año es una broma. Deberían hacer una valoración honesta del terreno”. Los propietarios del Inter Miami, principalmente el presidente de MasTec, Jorge Mas, defendieron los términos financieros del acuerdo señalando la inversión prevista por parte de los propietarios del equipo de unos $100 millones para limpiar los terrenos contaminados de Melreese y construir la infraestructura necesaria para la reurbanización, incluida la instalación de servicios públicos en el lugar. La propuesta prevé un proyecto con financiación privada, y el contrato propuesto exige que el urbanizador cubra toda la limpieza de los terrenos contaminados de Melreese, aunque el acuerdo permite al equipo buscar incentivos económicos federales y estatales para ayudar a su financiación.
Mas y su equipo también señalan que se prevé una ganancia fiscal anual de $42 millones una vez que el proyecto esté totalmente construido, y citan múltiples tasaciones revisadas por expertos que determinaron que el alquiler justo en el mercado sería de $2.28 millones anuales. Las valuaciones alimentan el argumento de Mas de que, al aceptar pagar $3.57 millones anuales por la propiedad de Melreese, está proponiendo pagar un alquiler superior al del mercado por un terreno con problemas importantes. Esas tasaciones tienen ya algunos años, por lo que críticos y partidarios están pendientes de lo que diga la nueva tasación. Fried, nativa de Miami y aspirante a la nominación demócrata en la contienda por la gobernatura de este año, se metió en el debate sobre el estadio el martes, cuando publicó una declaración en la que decía que la propuesta del Miami Freedom Park debería implicar más participación de la comunidad y aportaciones del público, “si eso lleva años, que así sea”. Añadió que en su campaña por la Florida, los votantes estaban preocupados por la asequibilidad de la vivienda y el aumento del costo de vida y no por la construcción de un estadio. “Les puedo asegurar que no he oído a nadie pedir un gran acuerdo sobre el estadio”, dijo.