Las provincias costeras de Guayas, Manabí y Esmeraldas en Ecuador estarán a partir del sábado con las calles tomadas por efectivos policiales y de las fuerzas armadas.
El presidente Guillermo Lasso anunció el viernes por la noche por la televisión el estado de emergencia en tres de las veinticuatro provincias ecuatorianas y el toque de queda en algunos barrios que durará 60 días.
La operación desplegará hasta 4.000 policías y 5.000 efectivos de las fuerzas armadas para contrarrestar la violencia generada por el narcotráfico y las altas tasas de criminalidad, que en los últimos meses han derivado en cientos de delitos y masacres carcelarias.
«Las calles sentirán el peso de nuestra fuerza pública. Ponemos 9.000 uniformados al servicio y protección de la familia ecuatoriana», dijo Lasso en un discurso televisado.
El narcotráfico en Ecuador ha provocado un aumento de la delincuencia, que ha dejado 1.255 muertos desde principios de año, según cifras oficiales.
Desde febrero de 2021, también se han producido varias masacres en Ecuador entre pandilleros presos vinculados al narcotráfico, con un saldo de 350 muertos.
Ese mismo mes aparecieron dos cuerpos suspendidos de un puente peatonal de Durán -núcleo comercial del país-, un método similar al usado en los delitos de los cárteles mexicanos.
Esta es la segunda vez que el presidente Lasso utiliza poderes de emergencia para contrarrestar la violencia en el país, que se ha incrementado en los últimos años.
El gobierno culpa del aumento a las bandas de narcotraficantes que utilizan el país como punto de tránsito para exportar narcóticos a Estados Unidos y Europa.