Entramos al último trimestre del año y se acerca la temporada de fiestas por eso te
acercamos a este tema que seguro más de una vez abras escuchado en una reunión
de amigos
Comenzamos con el tipo de agave, el Tequila se elabora exclusivamente a partir del
agave azul (Agave tequilana Weber) y el Mezcal puede producirse a partir de más de
30 tipos diferentes de agave, como el espadín, tobalá y madrecuixe.
Esta también la región de producción, el tequila solo se puede producir en ciertas
regiones de México, principalmente en el estado de Jalisco y algunas áreas de
Guanajuato, Michoacán, Nayarit y Tamaulipas, sin embargo, el Mezcal tiene una
denominación de origen más amplia, incluyendo estados como Oaxaca, Guerrero,
Durango, San Luis Potosí, Zacatecas, entre otros.
La tercera seria el Método de cocción, para el Tequila, el agave se cuece en hornos de
vapor o autoclaves y para el Mezcal se cuece en hornos subterráneos con leña, lo que
le da su característico sabor ahumado
El tequila lleva un proceso de destilación generalmente en alambiques de acero
inoxidable y el Mezcal suele destilarse en alambiques de cobre o de barro,
especialmente en producciones artesanales.
Ahora pasemos a diferencias más palpables y hablamos del Sabor el Tequila tiende a
ser más suave y dulce, con notas florales y herbales y el Mezcal tiene un sabor más
complejo y ahumado, con notas que varían según el tipo de agave utilizado.
Ambas bebidas tienen una rica tradición y ofrecen experiencias de sabor únicas.
Si bien el mezcal generalmente se elabora con una variedad de 30 especies diferentes
de agave y debe ser 100% agave, el tequila se elabora solo con el agave azul weber y
solo debe constituir el 51% de los ingredientes. La mayoría de las veces, el tequila
incluye otros azúcares e ingredientes para esta bebida.
Hay una frase que dice: todos los tequilas son mezcal, pero no todos los mezcales son
tequila. Y es completamente cierta porque ambas bebidas mexicanas provienen de un
maguey.
Y ahí viene la pregunta clásica ¿Cuál es mejor? ¿El tequila o el mezcal? En realidad,
es cuestión de gustos. Ambos tienen características únicas de sabor, lo más importante
es conocer las diferencias y, por supuesto, que los pruebes para que logres
identificarlos y, luego entonces, definas cuál es el que prefieres.
Los amantes del Mezcal hablan del misticismo que encierra, su proceso ancestral, sus
componentes orgánicos, entre otras cosas, ya que su nombre viene del náhuatl
mexcalli que significa maguey cocido y que hace alusión a la manera como se “cocina”
la piña del maguey desde la época prehispánica. Esta bebida es mucho más que un
destilado para quienes la producen y, de igual forma, para quienes la consumen.
El mezcal ha acompañado los ritos y las celebraciones de los pueblos antiguos de
varias regiones de México. De ahí que su preparación también sea un rito que se
respeta y se lleva a cabo de manera rigurosa.
En la actualidad se reconoce su procesamiento artesanal y su elaboración con
productos orgánicos, dos grandes cualidades que lo han hecho mucho más buscado y
elegido entre los conocedores de bebidas fuertes, pues su graduación alcohólica puede
iniciar desde unos 45° y, de ahí, para arriba.
Y a diferencia del mezcal, el tequila tuvo mucha fama y difusión en películas de la
Época del Cine de Oro Mexicano, era común ver al charro mexicano cantando con su
mariachi y tomando una botella de tequila y se le llegó a reconocer como la bebida
oficial de México; años atrás era llamada aguardiente mezcal para después ser
conocida como tequila mezcal y luego simplemente tequila.
Algunos catadores optan por los mezcales jóvenes para disfrutarlo en un estado puro
pues es cuando se logra distinguir el sabor a tierra y a humo provenientes de la cocción
de la piña.
Ya dijimos que ambos destilados provienen del agave y su proceso inicia con el corte
de la piña que es cuando se desprenden todas las pencas del núcleo que tiene la forma
de dicho fruto. Este inicio es lo único que tienen en común el tequila y el mezcal.
La fama y popularidad del tequila fuera de México anteceden a la del mezcal. Eso es
definitivo.
Y la aparición de grandes empresas de licores y su interés en obtener participación de
empresas tequileras también hizo que la botella y la etiqueta siguieran un camino
establecido de branding como el de muchas otras bebidas alcohólicas en todo el
mundo.
También puede entenderse que el tequila siguió las reglas y estándares que cualquier
otra bebida, sobre todo, para dar fin a la piratería y a destilerías que usaban el nombre
para vender pero que no seguían ni de cerca el proceso de elaboración y embotellado.
No obstante, mirar una etiqueta de un mezcal es una historia en sí misma. En ella
encontrarás el nombre del maestro mezcalero y hasta su firma.
También encontrarás la variedad (o los tipos) de agave que se emplearon para su
elaboración, el Estado y la región donde se cultivó el agave, donde se fermentó y
destiló e, incluso, hasta la historia de la casa que lo fabrica.
Tanto el tequila como el mezcal tomarlo es un ritual en sí mismo, por lo que es
importante aprender cómo se toman.
Los expertos plantean que en todos los casos, deben tomarse solo, aunque la industria
de los bares se empeñe en realizar más y más cocteles para atraer la atención de los
consumidores.
¿Qué es mejor? ¿El tequila o el mezcal?, no creemos que sea mutuamente excluyente,
es decir que si tomas uno debes dejar de tomar el otro.
Tienes que probar ambos, conocer de su proceso, deleitarte con el sabor después
llegar al éxtasis cuando degustes, en ambos casos es todo un arte que permite
apreciar sus complejos sabores y aromas. Usa la cristalería adecuada, sirve a
temperatura ambiente, evita enfriarlo o agregarle hielo y por ultima utiliza la técnica de
“besos”, es decir bebe a pequeños sorbos, como si estuvieras dando un beso. Esto
permite que se distribuya por toda la boca y puedas identificar sus diferentes notas de
sabor.
Tomarlos es un ritual que implica respeto, paciencia y atención a los detalles. Salud!!
