Reflexiones a un año del conflicto bélico Rusia- Ucrania

Es obvio que lo importante siempre ha sido y será parar las bombas para que cesen las muertes y ayudar a las víctimas, es evidente que la lucha no es bilateral, es una determinación de poderes.
La verdad, es que si Rusia hubiera decidido aplicar una proporción mayor del poderío militar de que dispone, caben pocas dudas de que la guerra hubiera terminado hace varios meses. Moscú no desea simplemente ocupar Ucrania; busca un cambio de régimen o forzar un compromiso del Estado por la posición estratégica que este territorio tiene y su no incorporación a la OTAN por el cambio de poderío que esto trae consigo. Pero se trata de un régimen fuertemente apoyado material y políticamente por Occidente evidentemente por lo que representa.
Las bombas caen en Ucrania con efectos devastadores para su población, pero su onda expansiva no tarda en llegar a tu barrio, a tu realidad diaria. Subida del gas, de la electricidad, de los combustibles, de alimentos básicos son una consecuencia sobre la espalda de la clase trabajadora a nivel mundial.
Se puede concluir que la expansión de la OTAN exacerbó una situación ya tensa, pero no que fue la causa del conflicto del que somos ahora testigos, la situación ideal para cualquier país es la dominancia regional y asegurarse que ningún otro actor domine su zona de influencia regional. Este sería el único camino para salvaguardar sus intereses, tal y como lo ha hecho Estados Unidos en nuestro continente con el Destino Manifiesto y la Doctrina Monroe.
En ese sentido, la búsqueda de una dominancia regional por parte de Rusia es la causa del actual conflicto entre Rusia y Ucrania, las dinámicas internacionales, principalmente de las potencias mundiales o Great Powers. Es por ello por lo que comprender las dinámicas en el sistema internacional resulta, en algunos casos, más importante que detenernos a analizar aspectos tangenciales como figuras presidenciales o sucesos coyunturales.
A un año de iniciarse el conflicto los números son de espanto , 8 000 civiles muertos, más de 13 200 heridos , 8 000 niños adoptados por rusos, más de 65000 crímenes de guerra rusos, 8 000,000 ucranianos refugiados, un país totalmente devastado y su historia sepultada en escombros sin contar las afectaciones económicas que este conflicto a expandido a las economías de los países aledaños.
Nuestros corazones están con los pueblos tanto de Rusia como de Ucrania, que simplemente desean la paz.

La Redacción

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